Pautas Generales.
Entendemos por “hecho traumático” cualquier circunstancia vital que el niño o adolescente pueda vivir o percibir como amenazante para su propia vida o la de los que le rodean. Estos hechos, ocasionan un gran impacto emocional, por ejemplo la muerte de un familiar cercano, la separación de los padres o un trágico accidente.
Cuando esto ocurre muchos de vosotros os preguntáis como comunicarle a vuestro hijo que su padre/madre ha muerto, que os vais a separar o que su padre, no es su verdadero padre.
En primer lugar tenéis que asumir que la noticia en sí, le va a causar dolor y además conllevará una serie de consecuencias negativas, por ejemplo tener que cambiar de domicilio y colegio ante una separación, que se consideran como un daño añadido.
El objetivo principal al comunicar malas noticias a un niño, es reducir en la medida de lo posible el impacto psicológico, ya que puede facilitar u obstaculizar la adaptación a la nueva situación, por lo que aquí reside la importancia de una comunicación adecuada.
Principales pautas a seguir:
Cuando se trata de niños es de especial relevancia que seáis los padres o un familiar cercano quién le comunique la noticia, le sirva de apoyo y le proporcione recursos de afrontamiento ante la crisis. Además tendréis que hacerlo en un entorno tranquilo, donde se sienta seguro y aislado de personas ajenas.
Debéis valorar si el niño ha podido recibir información de lo ocurrido de mano de otras personas y qué sabe exactamente. De este modo podréis adecuar la información a lo que ya sabe o incluso reestructurar ideas erróneas como; “Papá se ha ido de viaje y no va a volver en mucho tiempo”.
Los mensajes que deis a vuestros hijos tienen que ser claros, concisos y comprensibles. Muy importante tener en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentra y adecuar la información a ella. Por dolorosa que pueda resultar la noticia, hay que decirles siempre la verdad, explicarles los hechos, pero sin dar detalles irrelevantes, puesto que “dar vueltas” a las cosas hará que se incremente la angustia. Por ejemplo en el caso de muerte de un familiar cercano, a vuestro hijo le tiene que quedar muy claro que la muerte significa que nunca más volverá a ver a esa persona, no podéis dar falsas esperanzas, ni utilizar eufemismos cómo; “mamá se ha convertido en un ángel y se ha ido al cielo”, porque es muy probable que quiera ir con ella.
Tendréis que resolver cualquier duda que le surja y facilitar que haga preguntas, pues sus preguntas os orientaran sobre la información que el niño desea. Si no sabéis responder a alguna pregunta, no mintáis, simplemente decirles que no tenéis esa información.
Es aconsejable que a la hora de comunicarles la noticia, lo hagáis de forma gradual. Podéis fraccionar la información para que de este modo la vaya asimilando poco a poco. Por ejemplo en un primer momento le podéis decir que “Mamá está muy malita en el hospital” y sin dejar pasar mucho tiempo, darles la noticia de que ha fallecido y ya no la volverá a ver. Es importante que no pase mucho tiempo, porque el niño puede generar esperanzas acerca de la recuperación de su madre.
Puedes llorar o mostrarte triste delante del niño, pero sin llegar a perder el control y utilizar expresiones delante de él como; “me quiero morir”, “cómo vamos a salir de esta” etc. Además es de vital importancia que permitas la expresión emocional de tu hijo, que reaccione como desee, no le digas; “no llores”, “tranquilízate”, “no te preocupes”, siempre y cuando la reacción no sea dañina para él ni para los que le rodean. Muéstrate cercano, dale apoyo y presta atención a sus necesidades en cada momento.
Para finalizar indicar que estas pautas sólo son unas recomendaciones generales, la expresión emocional y la manera de gestionar las emociones varían según la persona, y más aún si son niños y adolescentes. Es fundamental que tengáis claro que una mala noticia, siempre es una mala noticia. No podéis eliminar el dolor, pero sí minimizar el impacto.
Ana Clemente Cortés
Psicóloga en Valencia
ana.clemente.cortes@gmail.com