Desde la venta del salón lugar donde tengo instalado mi puesto de trabajo provisional veo los días pasar, miro a izquierda y derecha buscando en vano algún compañero o compañera de trabajo con quien compartir un café. Algo más de un año en la misma silla, la misma mesa, la misma habitación y búsqueda baldía de alguien con quien intercambiar siquiera una mirada…Me considero una persona sociable y me cuesta horrores acostumbrarme a la soledad de mi casa, dicen que el teletrabajo ha venido para quedarse y no dudo de sus ventajas, de su comodidad, a mí me gusta el modelo combinado, algún día en casa y algún día en la oficina.
La nuev-anormalidad es lo que tiene, ha roto algunos de nuestros esquemas mentales más arraigados
La nuev-anormalidad es lo que tiene, ha roto algunos de nuestros esquemas mentales más arraigados. Añoro ver la cara de las personas, las sonrisas ocultas tras las mascarillas. Añoro a mi madre, a mis hermanos, a mis sobrin@s, a mis amigos de siempre, viven lejos de mí y la nuev-anormalidad no me permite salir de mi Comunidad, hace más de ocho meses que no puedo verlos. Añoro viajar, salir con libertad, tomar una cerveza sin tener que contar cuántas personas estamos sentadas en la mesa. Todos los días me parecen una mera copia del día anterior, quizás en otra época de mi vida hubiera estado coqueteando con el desánimo. Pero no, no es así, hoy puedo decir que gracias a todos mis estudios y conocimientos en Inteligencia emocional, coaching y neurociencia estoy bien, ¿podría estar mejor? Sin duda ¿podría estar peor? Sin duda.
Hoy decido fijarme en otras cosas que me ha traído esta pandemia. Decido dar las gracias por haber podido rescatar de un refugio a nuestro perro Baloo, gracias a que estoy en casa he podido estar con él cuando más lo necesitaba. Gracias a Baloo he descubierto el amor incondicional de los perros y he conocido un montón de vecin@s en nuestros paseos diarios. El confinamiento y la nuev-anormalidad me animó a llamar a mi madre todos los días cosa que antes no hacía y hoy en día sigo manteniendo esa sana costumbre.
La nuev-anormalidad me ha permitido fijarme más en los ojos de las personas para tratar de captar su estado emocional. El teletrabajo me ha hecho descubrir un mundo de canciones de jazz, saxofón y música clásica que escucho de fondo para trabajar. Cuando termino de trabajar estoy en casa y puedo ir adelantando tareas del hogar, recoger a mis hijos en el metro, pasar más tiempo con mi familia y disfrutar con mis hijos y mi mujer. El confinamiento me hizo parar de jugar al pádel cuando tenía el hombro lastimado, de otra forma no hubiera parado hasta rompérmelo, hoy llevo un año sin jugar al pádel y estoy fortaleciendo mi hombro para volver a la pista, de otra manera no lo hubiera fortalecido como necesitaba. He cambiado por el momento de deporte y hoy corro distancias que antes no hubiera imaginado.
La nuev-anormalidad quizás nos haya ayudado a tomar conciencia de lo que verdaderamente es importante.
A todas aquellas personas que dudan de si la inteligencia emocional o el desarrollo personal son modas o realmente sirven, me gustaría decirles desde mi experiencia vital que sirve y mucho, lo mejor de todo es que es un campo tan amplio y evoluciona tan rápidamente que siempre hay nuevas opciones para seguir mejorando. Este y no otro es para mí el sentido de la vida seguir mejorando nuestro desarrollo personal constantemente y aportar nuestro granito de arena a que otras personas mejoren. De esta manera poco a poco quizás un día nos demos cuenta de que vivimos en un mundo apasionante y que entre todos debemos cuidarlo. La nuev-anormalidad quizás nos haya ayudado a tomar conciencia de lo que verdaderamente es importante. Mientras sueño con que vuelva la vieja normalidad, sigo fijándome en aquellos aspectos positivos que he aprendido durante este tiempo. Al fin y al cabo somos nosotros quienes podemos decidir dónde queremos poner el foco de nuestros pensamientos. ¿Y tú, dónde quieres poner el foco?
Marcos Gómez
Muchas gracias por tu excelente reflexión, gracias por abrir tu sentir que al final, es el de muchos.
Así es, donde ponemos ponemos el foco ponemos la atención. Independientemente de lo que hayamos pasado, si es nuestra responsabilidad, como tu bien apuntas, elegir de qué lado de la acera (en positivo o no), quiero estar y agradecer todo el aprendizaje que nos ha dejado y sigue dejando esta situación.
Enhorabuena por tu crecimiento…
Me ha gustado mucho..
Gracias Héctor. Un saludo
Muchas gracias por tu comentario enriquecedor Ana Rosa. Un abrazo