Dime, ¿Cuántas veces a lo largo del día tomas consciencia de tu respiración?. Y en el caso de hacerlo, ¿Cuánto tiempo dedicas al día a realizar una respiración diafragmática consciente?.
He querido comenzar así este artículo para que nos demos cuenta de la baja estima y el poco uso que le damos a un recurso tan valioso como es la respiración. Gracias a ella estamos vivos, ni más ni menos, y que poquito que la tenemos en cuenta, ¿verdad?.
A través de la respiración consciente podemos lograr numerosos beneficios de salud física, mental y emocional
A través de la respiración consciente podemos lograr numerosos beneficios de salud física, mental y emocional. Te nombro un ejemplo con cada uno de ellos:
- Salud Física: si respiramos de manera diafragmática logramos que entre más oxígeno en sangre, lo que ayuda a la recuperación del organismo, y generamos mayores niveles de hormonas de la felicidad y el placer (serotonina y dopamina). Además la respiración diafragmática es más extensa y profunda por lo que le mandamos al cerebro el mensaje de calma y tranquilidad, de que todo está bien, que no existe ningún peligro. En contraposición a la respiración torácica que realizamos cuando vamos con las prisas y el estrés del día a día.
- Salud Emocional: cuando sentimos emociones de alta intensidad o adversas, por ejemplo, estrés, ansiedad, aversión, miedo o rabia, podemos utilizar la respiración consciente o diafragmática como un recurso de regulación para reducir la intensidad de la emoción. Esto nos ayuda a dar respuestas más adaptativas, eligiendo la mejor forma de responder sin dejarnos llevar por las reacciones automáticas e impulsivas. SEguro que recuerdas el dicho: “Respira y cuenta hasta 10”
- Salud mental: desde hace más de 14 años que trabajo con las personas la “parada de pensamiento” a través de la respiración. Es decir, cuando las personas nos enredamos de manera sistemática en pensamientos que no cesan, y estos son fuente de estrés y ansiedad, necesitamos pararlos utilizando un ancla que nos sitúe en el presente. No existe mejor anclaje que tu propia respiración. Te ayuda a pensar y enfocarte en ella, esto unido a una relajación, visualización o meditación, puede ser un recurso muy valioso para reducir la actividad mental recurrente.
Te preguntarás si existen más utilidades prácticas para mejorar tu salud integral entrenando la respiración consciente, y me alegra decirte que así es. Desde la Psicología Positiva, ciencia que estudia el Bienestar y la Felicidad del ser humano, se ha demostrado que la capacidad de las personas en desarrollar la Atención Plena nos ayuda a mejorar muchas otras competencias que hoy día son muy valoradas en el ámbito profesional, y por supuesto en el personal.
ejor aprender a darnos aquello que nos hace sentir bien, y entrenar hábitos de vida saludables que nos conectan con emociones positivas.
Es el caso del autoconocimiento y manejo propio, el autocontrol y regulación emocional, y el autocuidado y bienestar. Porque no necesariamente hay que estar enfermos para aprender a cuidarnos. Sino todo lo contrario, mejor aprender a darnos aquello que nos hace sentir bien, y entrenar hábitos de vida saludables que nos conectan con emociones positivas.
Mayte Soriano
Muchas gracias Mayte excelente.
Tal como dices no hay que esperar a estar enfermos, de hecho el mantener esos hábitos en forma permanente robustece el sistema inmune.
Saludos