Las barreras en las carreras STEM: una mirada desde la Inteligencia Emocional
“Los ingenieros sois unos frikis”, “No soy capaz”, “No es para mí”, “No sé lo que me gusta”….Como voluntaria del programa bpSTEM: inspirando el talento técnico, escucho con frecuencia estas frases en boca de jóvenes que tienen que definir su futuro en pocos años. La necesidad de iniciativas como esta, mediante la cual fomentamos el estudio de disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) a través de talleres, charlas y concursos, se fundamenta en el descenso que ha experimentado la matriculación de jóvenes en estos campos durante la última década y en el incremento que, por el contrario, registra la demanda de dichas habilidades en el mercado laboral.
Las principales causas que subyacen a este desinterés se enumeran a continuación:
- Percepción de alta dificultad académica.
- Indecisión sobre su futuro y rama de estudio e influencia familiar en la decisión.
- Menor confianza en sí mismas y peor percepción propia en cuanto a sus aptitudes para estos campos en el caso de las chicas, así como mayor tensión, nerviosismo e impotencia ante la resolución de problemas.
- Combinación de estereotipos y expectativas sociales.
- Falta de referentes.
Muchos son los estudios al respecto y aquí, creemos que una mirada desde la Inteligencia Emocional enriquece enormemente la comprensión y el enfoque de este fenómeno, puesto que gran parte de las causas anteriormente citadas se relacionan directamente con competencias emocionales.
¿Cómo podríamos abordar este problema desde el prisma de la Inteligencia Emocional?
- Si muchos y muchas jóvenes piensan que los ingenieros e ingenieras son frikis, quizá necesitan ser conscientes de sus prejuicios, estereotipos y expectativas sociales y cómo afectan a sus decisiones.
- Si creen que no son capaces, les aportará mucho valor verbalizar sus creencias limitantes y reformularlas para así poder regular sus emociones y actuaciones. Y, por supuesto, tomar consciencia de los recursos propios para reforzar su autoestima, será fundamental.
- Si no saben lo que les gusta, demos espacio a la reflexión sobre sus motivaciones, referentes y deseos, así como sobre la necesidad de asumir responsabilidades para lograr alcanzarlos.
- Si sienten vértigo ante la dificultad, ayudémoslos a darse cuenta de lo que puede lograr cambiando el enfoque de “problemas” a “oportunidades” mediante la curiosidad y la creatividad.
El autoconocimiento, la autoestima y la automotivación son recursos muy poderosos para disminuir la influencia de las barreras que encuentran hoy en día los y las estudiantes a la hora de decantarse por formación STEM y, sin duda, esta perspectiva merece ser explorada.
No obstante, abordar el proceso emocional de acompañar a hijos, hijas y alumnado hacia ese destino, requiere que padres, madres y profesorado hayamos, como mínimo, emprendido ya ese mismo viaje con curiosidad y aceptación. Solo así, podremos ser brújula en su camino hacia el futuro que de verdad deseen vivir.
Carmen Godino