Cada día aprendemos algo nuevo, la práctica diaria hace el camino.

Lo mismo sucede con las emociones, no es algo que se aprenda y se quede en nuestra cabeza, hay que aprenderlo día a día, hay que ir aprendiendo poco a poco.

No nos han enseñado a conocer las emociones, a saber vivir con ellas, a ver lo que nos quieren enseñar, siempre hay algo que aprender. Que la vida con gritos y enfados no nos lleva a ningún lugar agradable, que la ira y la tristeza no son las mejores compañeras de viaje, escuchar y trabajar con empatía lo hace todo mucho más fácil.

El saber decir las cosas que no nos gustan o nos molestan con cariño, calma y asertividad. Levantarse gruñido nos asegura un día……

La vida es, esa montaña rusa, llena todos los días de tantas emociones, bienvenido el

miedo, que nos hace salir de nuestra zona de confort, el navegar por cada uno de nuestros sueños, el aprender y compartir nuestras vivencias y aprendizajes.

Aprender a identificar qué emoción sentimos, en ese momento y saber qué aprendizaje nos trae, el autoconocimiento es una gran herramienta.

Si aprendemos y gestionamos poco a poco descubrimos nuestra gran amiga, la paciencia que es la madre de todas las Ciencias.

Wow nos espera un viaje lleno de alegrías, sorpresas y emociones, grandes sensaciones donde el protagonista principal es uno mismo y el destino nuestra propia vida.

Te invitó a ver el camino con los ojos de un niño lleno de curiosidad, sintiendo cada una de las emociones y disfrutando del aprendizaje.

María José Simeón

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