La palabra Emprender está últimamente en la vanguardia de la actualidad. Todos los días aparecen noticias inspiradoras y alentadoras para “iniciar” una aventura empresarial, bien sea en forma de ejemplo a seguir por parte de los que han conseguido su éxito, bien a través de fondos y ayudas públicas, o bien a través de los que ayudan a otros a hacer su sueño realidad.
Sin embargo, hay algo que quizás se pasa por alto y es que Emprender y Orientar los esfuerzos hacia la puesta en marcha de un sueño requiere un gran desarrollo y madurez emocional.
Desde hace ya algún tiempo, vengo observando y trabajando con equipos de emprendedores, y se aprecia lo que he denominado una “montaña rusa emocional”. ¿Quién inicia un sueño sin ilusión?. Es el combustible para la puesta en marcha. ¿Cuántas veces has imaginado como será tu vida si llevas este proyecto adelante?. Si eres capaz de imaginarlo, eres capaz de crearlo. ¿Cuánta energía contagias?. Seguramente no estás solo en el proyecto, has embarcado a otros que quizá se han dejado “contagiar” por tu entusiasmo. Estos tres factores, Ilusión, Visualización y Entusiasmo son los ingredientes que asegurarán que consigas todo lo que te hayas propuesto.
Ahora bien, el dia a dia es duro y complicado. El camino hay que recorrerlo y aprender a disfrutar de él. No consiste sólo en llegar a la meta, pues si todo el esfuerzo está puesto en ello, lo más probable es que se caiga en un valle emocional del que difícilmente podrás recuperarte. Sacrificios, esfuerzos, conflictos, cambios de rumbo y estrategias, etc…, son sólo algunos de los escollos que van apareciendo en la aventura de emprender. ¿Qué nivel de madurez emocional es necesario para reponerse ante la adversidad?. Es aquí donde un adecuado desarrollo de la Inteligencia Emocional marcará la diferencia entre el emprendedor que consigue sus objetivos y el que se queda en el camino.
La energía que aporta la ilusión y el entusiasmo, han de permanecer presentes y aprender a canalizar y gestionar los reveses que nos va dando la vida. ¿Hasta qué punto nos conocemos?. ¿Somos conscientes de hasta dónde estamos dispuestos a llegar por conseguir lo que nos hemos propuesto?. ¿En qué soy especialmente hábil?. ¿Qué puede faltar en mi equipo para que exista estabilidad en lo momentos iniciales?. Estas y otras preguntas son fundamentales y suponen abonar un terreno fértil en el que seguramente germinarán buenos frutos.
En este sentido, nuestro último patrocinador Business Booster, lo tiene muy presente y es por ello que apuesta firmemente por el análisis, evaluación y desarrollo de la Inteligencia Emocional en sus equipos.
Para los que no lo conocen, son a dia de hoy la aceleradora de “Start-Up” más internacional que existe en la Comunidad Valenciana. Una startup debe trabajar intensamente para conseguir resultados con celeridad y llegar a ser atractiva para los inversores.
En Business Booster los emprendedores entran en un proceso de selección arduo y muy exhaustivo, ya que hay que encontrar los mejores proyectos de entre más de medio millar de solicitudes.
Se seleccionan 15 equipos que entrarán a formar parte de la BboosterWeek previa al programa de Aceleración. Durante esa semana se trabaja intensamente y se evalúa a los equipos-candidatos para conocerlos mejor en todos los ámbitos, incluída su Inteligencia Emocional. El resultado de esa semana concurso es: avance positivo de todos los proyectos y la selección de 10 equipos que entran el programa de aceleración.
A partir de ese momento, las startups comienzan 4 meses de aceleración en el que sus proyectos nacen, crecen y cosechan éxitos para conseguir inversión. Durante este tiempo los proyectos reciben asesoramiento, sesiones con mentores, visibilidad, ecosistema, coworking, etc.
Además Business Booster son inversores. Esto significa que con su programa de aceleración el proyecto puede llegar a conseguir hasta 550.000 euros de inversión.
Para ASNIE es un placer contar con empresas que creen y apuestan firmemente por un desarrollo personal en el ámbito empresarial. Muchas gracias Business Booster por ayudarnos a crecer y seguir haciendo realidad nuestro sueño.
Raquel Davó
Vicepresidenta ASNIE